lunes, 11 de abril de 2011

El científico que predijo el tsunami de Japón




El tsunami sorprendió a casi todo el mundo el pasado 11 de marzo, excepto a Masanobu Shishikura. "Fue tal y como lo había imaginado", relata este geólogo de 41 años entrevistado por The Wall Street Journal. Según los estudios del doctor Shishikura, cada 450-800 años las placas del Pacífico chocan y provocan olas que devastan las zonas alrededor de Sendai, en la prefectura de Miyagui, así como en Fukushima. Los historiadores tienen constancia de un tsunami causado por el seísmo del año 869 en Jogan que, según las crónicas de la época, terminó con la vida de 1.000 personas.
El profesor Shishikura, al parecer, había hallado evidencias sólidas de otro tsunami en la misma región entre los años 1300 y 1600 tras estudiar la historia geológica de Japón. "Nadie puede decir que (un tsunami de estas características) no se pueda producir en un futuro cercano", escribieron él y sus colegas en agosto de 2010 en un artículo que aparece en una revista de investigación de terremotos publicada por el instituto en el que trabaja el profesor, que depende de fondos gubernamentales. Entonces se empezó a correr la voz y los planes para repartir mapas en las zonas con más riesgo estaban en marcha. Shishikura tenía programada una cita el 23 de marzo para explicar sus investigaciones a los funcionarios de Fukushima. Sin embargo, todo llegó demasiado tarde.
El jefe de Shishikura, Yukinobu Okamura, había llegado a mencionar los resultados de estas investigaciones en una reunión de carácter oficial en 2009 en la que se discutía la seguridad de las centrales nucleares. Okamura explica que la idea de prepararse para un tsunami quedó olvidada en segundos.
El campo de investigación de Shishikura es la paleosismología, una disciplina científica que ofrece respuestas en relación a terremotos y fallas geológicas activas. El método del profesor para determinar sus conclusiones parece bastante sencillo. El suelo de la prefectura de Miyagui es rico en minerales y en él se pueden ver intercaladas capas de arena y guijarros que los tsunamis han traído desde la costa. Estas capas permitieron estimar a su grupo de investigación que hubo olas que golpearon la zona hace 3.500 años. En las prefecturas de Miyagui y Fukushima, los habitantes están habituados a terremotos fuertes, pero no a tsunamis. Más al norte de Japón, este fenómeno es más más conocido, especialmente tras los seísmos de 1896 y 1933. Fueron maremotos débiles y los tsunamis posteriores afectaron principalmente a zonas bajas de la costa.
Hace un mes, con un terremoto de magnitud 9, algunas personas de la zona afectada llegaron a cambiarse de ropa o hicieron llamadas telefónicas antes de desplazarse a un lugar elevado para evitar las consecuencias de una gran ola. O, incluso, se quedaron en tierra para ver qué estaba pasando. "Parece que casi nadie sabe que los grandes tsunamis han inundado hasta 4,3 kilómetros hacia el interior solo con terremotos de magnitud 8", explica al WSJ el profesor Shishikura.
El equipo de Shishikura está trabajando ahora en el llamado canal de Nankai, en el sur de Japón, un lugar que está ubicado sobre una falla de más de 770 kilómetros de largo. Un movimiento en esta zona podría desencadenar tsunamis que golpeen la isla de Shikoku y la península de Kii. Según este investigador, el último tsunami se produjo en 1707 y parece que tienen lugar cada 400-600 años. "Más vale estar atentos", asegura el profesor.
AInvestigador y autioridades actuaron correctamenteLuís Pujades, profesor del Departamento de Ingeniería del Terreno, Cartografía y Geofísica de la UPC, explica que el trabajo de Shishikura es "serio" y "habla de los niveles de protección que la sociedad está dispuesta a asumir". "La paleosismología te permite ir más allá de los terremotos documentados. Muchas veces se recurre a la lectura de clásicos para conocer si hubo un sismo en un determinado momento", explica Pujades. 
El profesor de la UPC explica el trabajo de Shishikura : "Detecta fallas inactivas, cavan trincheras a mucha profundidad y fechan la rotura de la falla", señala. Preguntado acerca de si en su opinión cree que las autoridades reaccionaron tarde y mal a las advertencias del investigador nipón, Pujades pone un ejemplo: "Si tú vas a la Generalitat y les dices que el periodo de retorno (es decir, la probabilidad de que ocurra un terremoto, en este caso) en la zona volcánica de Olot es de 80.000 años te dirán 'muchas gracias' y te invitarán a salir del despacho", ha explicado. En su opinión, tanto el investigador como las autoridades actuaron correctamente.

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